La Hija del Aire. Retratando el poder, la tragedia y la libertad:

así fotografiamos La hija del aire
Centro Nacional de las Artes – Mayo 2025
El pasado 8, 9 y 11 de mayo, se presentó en el Foro Antonio López Mancera la obra La hija del aire, una adaptación futurista del clásico de Pedro Calderón de la Barca, dirigida por Óscar Ulises Cansino y producida por la compañía Luna de Plata.
Tuve el privilegio de colaborar nuevamente con el Centro Nacional de las Artes, y esta vez también con la directora de escena. Pero fotografiar esta obra fue mucho más que otro encargo: fue un reto técnico, estético y narrativo.






¿Qué hace diferente este trabajo?
Muchos fotógrafos que cubren funciones de teatro suelen asistir unos minutos, tomar algunas imágenes testimoniales y retirarse. Nosotros hicimos lo contrario: asistimos dos personas y nos quedamos toda la obra completa. ¿Por qué? Porque nuestro enfoque no es solo capturar lo que pasa, sino contar visualmente cómo se siente lo que pasa.
Esta obra no es ligera. Es densa, simbólica y poderosa: habla de un mundo convulso, de guerras por territorio y recursos, de supremacía, libertad y megalomanía. Calderón escrito desde el futuro. Y nuestro trabajo fue intentar que todo eso se viera en una fotografía.
Luz baja, emociones altas
Fotográficamente, el reto fue importante: la luz era escasa y muy contrastada. Lo cual, si sabes leer la escena, puede convertirse en una ventaja. Cada sombra tenía algo que decir. Cada iluminación puntual era una guía narrativa. En lugar de pelear con la oscuridad, la usamos como tinta para resaltar los momentos clave: el personaje trágico, los giros inesperados, los vínculos entre antagonistas, los silencios intensos.
Un retrato dentro de una obra
Confieso algo: aunque nuestro trabajo fue entregar una cobertura completa y profesional, yo me di el gusto de hacer muchos retratos. Lo sé, no es lo habitual en cobertura escénica, pero últimamente tengo una obsesión por los retratos. No posados, sino retratos robados al personaje, en plena escena. Como si su alma se asomara por un segundo. No eran parte del encargo, pero los hice para mí. Y creo que ahí también se cuenta otra historia.
Contar con imágenes, no solo registrar
Lo más importante para mí fue no quedarme en lo técnico. Mi intención al cubrir La hija del aire fue retratar la narrativa, no solo el espectáculo. Mostrar la tensión entre poder y libertad. Seguir con la lente la caída de un personaje o el dominio de otro. Crear imágenes que, sin leer el programa de mano, ya dijeran algo.
Si algo me dejó esta obra, además de buenos retos y grandes escenas, fue la certeza de que el teatro necesita ser retratado con respeto, con tiempo y con atención narrativa. Porque cuando lo haces así, las imágenes también se vuelven parte del legado de la función.
