Lo que aprendí al grabar a la mejor bailarina de México

La mayoría de los proyectos llegan sin anunciar lo que en realidad son.
Me ofrecí para un llamado más en el Centro Nacional de las Artes. Pensé que sería una grabación rutinaria de un evento más, uno de tantos. Llegué junto a mi esposa y, sin saberlo, ya estaba dentro del que se convertiría en uno de los retos más grandes de mi carrera.
El encargo no era cubrir un evento, sino grabar a una sola persona. «Debe ser una estudiante», pensé. No podía estar más equivocado. Era Yansi Méndez: una de las mejores bailarinas de danza moderna del país, con una trayectoria impresionante y un lugar en la lista de las 100 mentes creativas mexicanas de la revista Forbes.
En ese momento me invadió la duda. Dudé de mi equipo. Dudé de mis habilidades. Dudé de mí. Estaba solo, con una cámara, sin posibilidad de pedir ayuda, y frente a una artista que no necesitaba dirección, sino profundidad, sensibilidad, presencia.
Recuerde la escena de la película Burnt (Una buena receta) donde el restaurante está a nada de ser evaluado por el equipo de Michelin y deciden solo hacer lo que siempre hacen. Me dediqué a observar, a proponer, a buscar no la perfección, sino la emoción. Grabé, repetí tomas, propuse movimientos de cámara, edifiqué secuencias con lo que tenía. Terminar el video me llevó hasta las cuatro de la mañana, pero entregué un trabajo con el alma entera puesta en cada segundo.
Esa noche entendí algo esencial: incluso los artistas más grandes también están dispuestos a colaborar, también agradecen una mirada honesta, también necesitan ser vistos como humanos. Lo peor que puedes hacer es olvidar eso y esconderte en la frialdad de la técnica.
Sobre Yansi Méndez
Yansi Méndez nació en una familia circense (clown) en Tlalchapa, Guerrero. Es Licenciada en Danza Contemporánea por la ENDCC. Ha sido bailarina principal en diversos proyectos nacionales e internacionales, con presentaciones en España, Alemania, Francia, Ecuador, Italia, Estados Unidos y Hong Kong.
Entre 2016 y 2020 formó parte del Ceprodac, donde se consolidó como una intérprete destacada, docente y joven coreógrafa. Desde 2018 colabora en el proyecto «Omphalos», de Damien Jalet. En 2021 fue galardonada con el Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga, obteniendo también el reconocimiento a Mejor Intérprete Femenina. En 2022 fue incluida en la lista de las 100 mejores mentes creativas mexicanas de la revista Forbes.
